Hace ya unos cuantos años asistimos a una feria de clásicos que trataba de abrirse un hueco en un mundo apasionante pero a la vez muy complicado, cinco años después ClassicAuto parece consolidada como la feria del coche clásico de Madrid y nosotros no nos hemos perdido ninguna de las cinco ediciones celebradas. En cualquier caso la feria debe tratar de seguir evolucionando para no seguir el camino del tristemente desaparecido Retromovil y nos consta que hay mucha ilusión y trabajo detrás de ClassicAuto.
En la edición de este año ClassicAuto ha vuelto a su emplazamiento original, tras la celebración en IFEMA de la pasada edición, en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo. Personalmente me parece un lugar más adecuado para una feria de éste tipo, aunque lógicamente el motivo principal de la ubicación son los costes.
El principal problema que nosotros vemos en la celebración de un salón de vehículos clásicos es no caer en la rutina y ser capaces de mantener el interés de un tipo de aficionado que suele ser bastante exigente, además está claro que es complicado innovar cuando lo que exponemos son vehículos con 50 años a sus espaldas.
Este año ClassicAuto giraba en torno al lema “Hecho en España” algo que a los aficionados a los coches fabricados en nuestro país nos puso los dientes muy largos, además algunas marcas decidieron participar de manera oficial en la feria y la organización anunciaba un motorshow en el que podríamos ver clásicos en movimiento, todo parecía perfecto.
Como decíamos el recinto ferial de Casa de Campo nos parece el lugar apropiado para una feria de este tipo, pero nuestro primer problema fue tratar de aparcar, el parking de pago que la organización pone a disposición de los asistentes llegó a llenarse el sábado y ni siquiera pudimos pasar, tocó dar bastantes vueltas para poder estacionar de manera decente. Esto hacía presagiar una afluencia de público muy superior a la de otros años.
La zona exterior del pabellón, como es habitual, se organizó como aparcamiento de clásicos para que los aficionados también pudieran participar de la fiesta mostrando sus vehículos, personalmente es una de las cosas que más me gusta, sólo con recorrer esta zona ya merece la pena la visita, además es gratis ya que aún no hemos accedido al pabellón propiamente dicho.
Ya en el interior la primera sensación fue de que había menos coches de los esperados, quizá simplemente fue eso, una sensación, pero la cantidad de stands de repuestos, accesorios y todo tipo de objetos nos pareció exagerada. No digo que no deban existir, todo lo contrario, creo que es imprescindible un mercadillo en el que los propietarios de vehículos clásicos puedan encontrar esas piezas y accesorios que no son fáciles de localizar, pero se debería controlar más ya que en mi opinión encontrar objetos que nada tienen que ver con el automóvil clásico no hacen otra cosa que empañar una feria como esta.
En lo que a los coches se refiere la estrella del salón sin duda fue un espectacular Pegaso Z102 BS2E Berlineta Saoutchik, un precioso automóvil de 1954 único en el mundo realizado por el carrocero francés de origen bielorruso Jacques Saoutchick expuesto por Juan Lumbreras. Solo con poder contemplar una joya como esta hacía que la visita a ClassicAuto mereciera la pena.
A escasos metros otro Pegaso también brillaba con luz propia, un precioso Z102 con carrocería Enasa descapotable que Pueche acercó hasta ClassicAuto.
SEAT está de celebración, ya que el pequeño Ibiza cumple nada menos que 30 años entre nosotros, por ello expuso una unidad de cada una de las diferentes generaciones del utilitario. En realidad únicamente el primero debería tener cabida en esta feria pero de esta forma podíamos ver la evolución del modelo. El representante de la primera generación era una unidad muy especial, ya que fue el primero en salir de la cadena de montaje, aunque parece que cuenta con ciertas modificaciones. También pudimos disfrutar del extraño Ibiza bimotor 4x4 con el que corría José María Serviá, una unidad de lo más curioso de la que ya pudimos contemplar en ClassicAuto hace dos años.
Si hablamos de coches hechos en España uno de los primeros nombre que se nos vienen a la cabeza es el de Eduardo Barreiros y la Fundación que lleva su nombre también tuvo su espacio en ClassicAuto. En este caso el protagonista fue el Simca 1000, que cumple 50 años. Tres unidades del mítico modelo lucían como el primer día para celebrarlo, una de ellas muy especial, ya que es el descapotable que se construyó con el objetivo de mostrar la fábrica de Villaverde a algunas de las personalidades que la visitaban. Los pequeños Simca despertaban sonrisas nostálgicas entre muchos de los asistentes, una pena que el stand era demasiado pequeño.
Renault fue otra de las marcas con presencia oficial en el evento, su división Renault Classic preparó un stand muy vistoso, de gran tamaño y con muchas posibilidades. Desgraciadamente no lo aprovecharon debidamente. En cuanto a “Hecho en España” todos sabemos que Renault tiene mucho que decir, lleva más de 60 años fabricando coches en nuestro país y podría haber sacado mucho más partido a la ocasión. Además los del rombo también están de cumpleaños, hace 50 años que comenzó a fabricarse en Valladolid el mítico R4, un coche que sin duda tiene su hueco en la historia del automóvil ya que incluso los no aficionados reconocen un cuatro latas nada más verlo. Pero no es sólo esto, el R7 cumple 40 años, este sedán realizado sobre el R5 fue un modelo exclusivo de nuestro país, creado en y para España y qué mejor lugar y momento para hacerle un merecido homenaje. Sin embargo apenas llevaron cuatro coches, alguno ya visto el año pasado y otros en un estado de conservación que no era el apropiado de un evento como este, como aficionado de la marca me sentí especialmente decepcionado al ver que en la zona exterior podíamos ver unidades de aficionados mejores que las que la propia Renault llevó a ClassicAuto. El año pasado tuvieron una gran presencia, pudimos contemplar por ejemplo varias unidades de Alpine, en comparación lo de este parecía un chiste.
Otro de los platos fuertes era el concurso de elegancia Frederique Constant, este año estaba centrado en Alfa Romeo y pudimos disfrutar de preciosas unidades de Giulietta, Giulia y Alfetta.
El club Seat 124 – 1430 es uno de los habituales en ClassicAuto y suele exponer unidades de lo más llamativas, este año tuvimos unos cuantos 124 de “Servicio Público”, desde Taxi de Barcelona hasta Guardia Civil, pasando por ambulancia o bomberos. Para todo sirvió el 124!
El Citroen Traction Avant también tuvo un sitio protagonista en esta feria, el club de propietarios del mítico modelo de Citroën expuso una muestra de siete carrocerías diferentes de Traction Avant, fabricadas entre 1934 y 1956, incluido un precioso descapotable. Era interesante poder ver todos los modelos juntos e ir encontrando las diferencias.
Volviendo al "Made in Spain" se aprovechó la oportunidad para rendir un merecido homenaje a Ramón López Villalba, pionero en las construcción de karts y preparador de coches de carreras en nuestro país. Hispakart, la empresa fundada por Ramón López Villalba estuvo fabricando hasta principios de los 90 y es uno de esos nombres que se deben escribir con letras de oro en la competición automovilística española y en ClassicAuto pudimos admirar alguna de sus creaciones.
En Porsche también estaban de celebración, ya que el mítico 911 Turbo cumple nada menos que 40 años, pero lo más curioso es que la estrella del stand no fue para nada este vehículo si no uno con motor diésel, sí habéis oído bien, un Porsche clásico y diésel muchos años antes que ése Cayenne que tanto escandalizó a los puristas. Este vehículo que tanto despertó la atención del público no era un coche si no un simpático tractor, para muchos fue un descubrimiento conocer que Porsche también fabricó tractores.
Los lectores de la revista Autopista eligieron al mejor “Coche del año”, entre todos los que han obtenido este galardón a lo largo de los años, el elegido fue el Citroën CX. Además del Citroën pudimos contemplar una unidad del Rover 2.000, el primero en recibir el título de “Coche del Año”.
Teo Martín no se quiso perder la exposición y llevó una pequeña muestra de lo que ya pudimos ver en Madrid Motor Days hace unos meses, diferentes Lancia de rallyes hacían las delicias de los asistentes. Habíamos disfrutado de ellos hace bien poco, pero estar ante un Delta S4 te acelera el pulso.
En el exterior del pabellón se realizó el Motorshow, aprovechando el espacio de uno de los aparcamientos se realizaron pruebas de velocidad y de regularidad para entretener a los asistentes. En realidad el espacio era bastante limitado como para que los vehículos pudieran coger velocidad y para algunos eran hasta complicados los giros en curvas tan cerradas. Entre los participantes en regularidad pudimos ver al gran Antonio Albacete, que cambió su enorme MAN por uno de sus queridos MINI clásicos. En mi opinión la idea era buena pero el espacio no daba para mucho más, hubiera sido una pasada poder verlos recorriendo la Casa de Campo aunque se comprende que debe ser difícil de organizar ya lo hemos visto en eventos como Madrid Ecocity.
Finalmente nos quedamos con cierto sabor agridulce, por un lado sentimos la impresión de que el año pasado la feria fue algo mejor pero por otro pasamos un día genial rodeados de un ambiente que nos encanta. Esperamos que continúe muchos años y siga mejorando año tras año con el empeño de la organización y el apoyo de los aficionados, ya que la feria la hacemos entre todos. Os dejamos dos galerías repletas de fotos de ésta edición de ClassicAuto.
En la edición de este año ClassicAuto ha vuelto a su emplazamiento original, tras la celebración en IFEMA de la pasada edición, en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo. Personalmente me parece un lugar más adecuado para una feria de éste tipo, aunque lógicamente el motivo principal de la ubicación son los costes.
El principal problema que nosotros vemos en la celebración de un salón de vehículos clásicos es no caer en la rutina y ser capaces de mantener el interés de un tipo de aficionado que suele ser bastante exigente, además está claro que es complicado innovar cuando lo que exponemos son vehículos con 50 años a sus espaldas.
Este año ClassicAuto giraba en torno al lema “Hecho en España” algo que a los aficionados a los coches fabricados en nuestro país nos puso los dientes muy largos, además algunas marcas decidieron participar de manera oficial en la feria y la organización anunciaba un motorshow en el que podríamos ver clásicos en movimiento, todo parecía perfecto.
Como decíamos el recinto ferial de Casa de Campo nos parece el lugar apropiado para una feria de este tipo, pero nuestro primer problema fue tratar de aparcar, el parking de pago que la organización pone a disposición de los asistentes llegó a llenarse el sábado y ni siquiera pudimos pasar, tocó dar bastantes vueltas para poder estacionar de manera decente. Esto hacía presagiar una afluencia de público muy superior a la de otros años.
La zona exterior del pabellón, como es habitual, se organizó como aparcamiento de clásicos para que los aficionados también pudieran participar de la fiesta mostrando sus vehículos, personalmente es una de las cosas que más me gusta, sólo con recorrer esta zona ya merece la pena la visita, además es gratis ya que aún no hemos accedido al pabellón propiamente dicho.
Ya en el interior la primera sensación fue de que había menos coches de los esperados, quizá simplemente fue eso, una sensación, pero la cantidad de stands de repuestos, accesorios y todo tipo de objetos nos pareció exagerada. No digo que no deban existir, todo lo contrario, creo que es imprescindible un mercadillo en el que los propietarios de vehículos clásicos puedan encontrar esas piezas y accesorios que no son fáciles de localizar, pero se debería controlar más ya que en mi opinión encontrar objetos que nada tienen que ver con el automóvil clásico no hacen otra cosa que empañar una feria como esta.
En lo que a los coches se refiere la estrella del salón sin duda fue un espectacular Pegaso Z102 BS2E Berlineta Saoutchik, un precioso automóvil de 1954 único en el mundo realizado por el carrocero francés de origen bielorruso Jacques Saoutchick expuesto por Juan Lumbreras. Solo con poder contemplar una joya como esta hacía que la visita a ClassicAuto mereciera la pena.
A escasos metros otro Pegaso también brillaba con luz propia, un precioso Z102 con carrocería Enasa descapotable que Pueche acercó hasta ClassicAuto.
SEAT está de celebración, ya que el pequeño Ibiza cumple nada menos que 30 años entre nosotros, por ello expuso una unidad de cada una de las diferentes generaciones del utilitario. En realidad únicamente el primero debería tener cabida en esta feria pero de esta forma podíamos ver la evolución del modelo. El representante de la primera generación era una unidad muy especial, ya que fue el primero en salir de la cadena de montaje, aunque parece que cuenta con ciertas modificaciones. También pudimos disfrutar del extraño Ibiza bimotor 4x4 con el que corría José María Serviá, una unidad de lo más curioso de la que ya pudimos contemplar en ClassicAuto hace dos años.
Si hablamos de coches hechos en España uno de los primeros nombre que se nos vienen a la cabeza es el de Eduardo Barreiros y la Fundación que lleva su nombre también tuvo su espacio en ClassicAuto. En este caso el protagonista fue el Simca 1000, que cumple 50 años. Tres unidades del mítico modelo lucían como el primer día para celebrarlo, una de ellas muy especial, ya que es el descapotable que se construyó con el objetivo de mostrar la fábrica de Villaverde a algunas de las personalidades que la visitaban. Los pequeños Simca despertaban sonrisas nostálgicas entre muchos de los asistentes, una pena que el stand era demasiado pequeño.
Renault fue otra de las marcas con presencia oficial en el evento, su división Renault Classic preparó un stand muy vistoso, de gran tamaño y con muchas posibilidades. Desgraciadamente no lo aprovecharon debidamente. En cuanto a “Hecho en España” todos sabemos que Renault tiene mucho que decir, lleva más de 60 años fabricando coches en nuestro país y podría haber sacado mucho más partido a la ocasión. Además los del rombo también están de cumpleaños, hace 50 años que comenzó a fabricarse en Valladolid el mítico R4, un coche que sin duda tiene su hueco en la historia del automóvil ya que incluso los no aficionados reconocen un cuatro latas nada más verlo. Pero no es sólo esto, el R7 cumple 40 años, este sedán realizado sobre el R5 fue un modelo exclusivo de nuestro país, creado en y para España y qué mejor lugar y momento para hacerle un merecido homenaje. Sin embargo apenas llevaron cuatro coches, alguno ya visto el año pasado y otros en un estado de conservación que no era el apropiado de un evento como este, como aficionado de la marca me sentí especialmente decepcionado al ver que en la zona exterior podíamos ver unidades de aficionados mejores que las que la propia Renault llevó a ClassicAuto. El año pasado tuvieron una gran presencia, pudimos contemplar por ejemplo varias unidades de Alpine, en comparación lo de este parecía un chiste.
Otro de los platos fuertes era el concurso de elegancia Frederique Constant, este año estaba centrado en Alfa Romeo y pudimos disfrutar de preciosas unidades de Giulietta, Giulia y Alfetta.
El club Seat 124 – 1430 es uno de los habituales en ClassicAuto y suele exponer unidades de lo más llamativas, este año tuvimos unos cuantos 124 de “Servicio Público”, desde Taxi de Barcelona hasta Guardia Civil, pasando por ambulancia o bomberos. Para todo sirvió el 124!
El Citroen Traction Avant también tuvo un sitio protagonista en esta feria, el club de propietarios del mítico modelo de Citroën expuso una muestra de siete carrocerías diferentes de Traction Avant, fabricadas entre 1934 y 1956, incluido un precioso descapotable. Era interesante poder ver todos los modelos juntos e ir encontrando las diferencias.
Volviendo al "Made in Spain" se aprovechó la oportunidad para rendir un merecido homenaje a Ramón López Villalba, pionero en las construcción de karts y preparador de coches de carreras en nuestro país. Hispakart, la empresa fundada por Ramón López Villalba estuvo fabricando hasta principios de los 90 y es uno de esos nombres que se deben escribir con letras de oro en la competición automovilística española y en ClassicAuto pudimos admirar alguna de sus creaciones.
En Porsche también estaban de celebración, ya que el mítico 911 Turbo cumple nada menos que 40 años, pero lo más curioso es que la estrella del stand no fue para nada este vehículo si no uno con motor diésel, sí habéis oído bien, un Porsche clásico y diésel muchos años antes que ése Cayenne que tanto escandalizó a los puristas. Este vehículo que tanto despertó la atención del público no era un coche si no un simpático tractor, para muchos fue un descubrimiento conocer que Porsche también fabricó tractores.
Los lectores de la revista Autopista eligieron al mejor “Coche del año”, entre todos los que han obtenido este galardón a lo largo de los años, el elegido fue el Citroën CX. Además del Citroën pudimos contemplar una unidad del Rover 2.000, el primero en recibir el título de “Coche del Año”.
Teo Martín no se quiso perder la exposición y llevó una pequeña muestra de lo que ya pudimos ver en Madrid Motor Days hace unos meses, diferentes Lancia de rallyes hacían las delicias de los asistentes. Habíamos disfrutado de ellos hace bien poco, pero estar ante un Delta S4 te acelera el pulso.
En el exterior del pabellón se realizó el Motorshow, aprovechando el espacio de uno de los aparcamientos se realizaron pruebas de velocidad y de regularidad para entretener a los asistentes. En realidad el espacio era bastante limitado como para que los vehículos pudieran coger velocidad y para algunos eran hasta complicados los giros en curvas tan cerradas. Entre los participantes en regularidad pudimos ver al gran Antonio Albacete, que cambió su enorme MAN por uno de sus queridos MINI clásicos. En mi opinión la idea era buena pero el espacio no daba para mucho más, hubiera sido una pasada poder verlos recorriendo la Casa de Campo aunque se comprende que debe ser difícil de organizar ya lo hemos visto en eventos como Madrid Ecocity.
Finalmente nos quedamos con cierto sabor agridulce, por un lado sentimos la impresión de que el año pasado la feria fue algo mejor pero por otro pasamos un día genial rodeados de un ambiente que nos encanta. Esperamos que continúe muchos años y siga mejorando año tras año con el empeño de la organización y el apoyo de los aficionados, ya que la feria la hacemos entre todos. Os dejamos dos galerías repletas de fotos de ésta edición de ClassicAuto.
Exterior ClassicAuto 2014
Interior ClassicAuto 2014
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