Hace una semana que volvimos de las tan deseadas vacaciones de Semana Santa y por eso, hoy, queremos daros a conocer algunas de las playas más hermosas y peculiares del Norte de España, concretamente del que siempre será nuestro paraíso natural: Asturias. He de decir, que en En Ocasiones Hago Click, o al menos, algunos de los miembros que forman parte del equipo, tenemos asoluta predilección por Asturias. Como muchos habréis podido ver, hace unos días os dejamos alguna foto en Facebook de rincones verdaderamente increibles y tras ver la gran aceptación, hemos decidido acercar algunos rincones más que os invitamos a conocer si no lo habéis hecho ya.
En esta ocasión, y como ya he dicho, me voy a centrar sólo en alguna de las playas que más me impresionaron de Asturias, pero prometo volver con nuevos destinos, de los cuales, no parece que me canse nunca, pues para mí son un auténtico pinchazo de energía que me gusta visitar para poder seguir luego con la vida ajetreada y contaminada de Madrid, ciudad que, por supuesto, tampoco menosprecio en absoluto.
Para empezar os hablaré de la Playa de Gulpiyuri, una de las playas menos conocidas y transitadas que se sitúa entre Ribadesella y Llanes (ambos lugares también con playas impresionantes), y tal vez por ello, con mayor encanto. Es un rincón paradisiaco que encontrarás sin tener que salir de España, porque señores, es cierto, en España tenemos verdaderas obras de la naturaleza y a veces no las valoramos lo suficiente. Esta playa no la encontrarás muy señalizada, nosotros tuvimos oportunidad de conocerla porque un amigo nos aconsejó visitarla. Buscando por Internet parecerá fácil su localización, pero si decidís ir comprobareis que no es así, pues como ya he dicho, y personalmente espero que así siga siendo, carece de indicaciones en la carretera. ¿Lo mejor para dar con ella? Preguntar a los amables lugareños que te cruzarás por el camino.
Al llegar allí podréis ver un pequeño descampado en el que se puede dejar el coche y cuando tu vista crea que no hay ninguna playa, apenas caminando 200 metros la encontrarás, en una gran esplanada impregnada de aire puro la cual va a dar a un gran acantilado desde el que podrás divisar la inmensidad del Mar, así como alguna cabra que no se inmutará con tu presencia.
A tan sólo unos metros al interior del acantilado, con un difícil acceso, encontrarás la diminuta e increíble Playa de Gulpiyuri. Una vez allí ten cuidado al bajar porque no hay más acceso que un terraplén y disfruta. Creeréis que se trata de una piscina natural en calma, pero cuidado, pues las apariencias engañan, porque además de tener unas aguas tan frías como las del resto del Cantábrico. Hay grandes corrientes que deberás respetar, pues no debemos olvidar que el mar abierto, con toda su fuerza, está detrás de las rocas muy muy cerca de ti. La última advertencia, acude a verla cuanto la marea esté alta !!! , si no eres cauto en esto no verás agua y perderá su singularidad.
Gulpiyuri ha sido declarada Monumento Natural, formando parte de la Red Regional de Espacios Naturales Protegidos. ¿Te lo quieres perder? Yo no lo haría, pero eso sí, respeta este espacio, pues sería una pena que se viera afectado por la mano del hombre.
Ribadesella: muy cerca de la playa de Gupiyuri podéis visitar Ribadesella, citada aquí porque sin duda lo más destacable del pueblo es su playa. En este caso es lo contrario a lo anterior, pues de pequeña poco tiene la Playa de Santa Marina. Además, si te gusta el deporte es un sitio muy indicado para practicar el descenso del Río Sella entre otros deportes. Esta playa tiene muchos más visitantes, pero tranquilo, pues tampoco tendrás problema de espacio como pasa en la mayoría de las playas del Mediterráneo.
Resulta curioso ver como los surfistas esperan impacientes a que baje la marea lo suficiente como para poder volver a disfrutar de las olas, pues hay momentos en los que sube tanto que Ribadesella se queda sin playa!, teniendo que esperar en el Paseo Marítimo a que la arena vuelva a aparecer.
Por último (por ahora), os voy a hablar de una playa que ya no pertenece a Asturias, sino a Lugo, pero que es perfectamente visitable si te hospedas en Asturias. Se trata de la Playa de las Catedrales o Playa de Aguas Santas.
Para empezar, no te desesperes para aparcar, pues sobre todo si vas en verano te costará, pero piensa que lo que te espera después bien merece esa espera. Para mí es uno de los mejores lugares de España para poder disfrutar de lo que es capaz de hacer la naturaleza por si sola: todo un paisaje majestuoso e impresionante que ningún español debería dejar de ver al menos una vez en la vida (los extranjeros también, pero lo digo porque es un delito tenerlo tan cerca y no verlo!). Una vez más recuerda que las mareas del Cantábrico no son ningún juego, y mucho menos las de esta playa, así que disfrutad del momento, pero hacer caso a los socorristas, pues en menos de tres minutos puedes pasar de estar pisando arena a ver como el mar te golpea entre las rocas.
Por el momento no os voy a desvelar más rincones asturianos, pero lo haré y sólo espero haberos animado a hacer las maletas rumbo al Norte!, y que cuando vuelvas nos cuentes que te ha parecido.
En EOHC| Montañas de Asturias
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