Para empezar, recordaremos que un coche normal, "de calle" tiene tres pedales, empezando desde la izquierda, el embrague, el freno y el acelerador.
Cuando conducimos por la calle, la frenada suele ser suave y en ningún momento perderemos el control del coche, pero en los circuitos las frenadas son todo lo bruscas que puedan... frenando el último llegas antes a la curva!!
Por la inercia que lleva el coche, el peso del vehículo se desplazará hacia las ruedas delanteras, dejando las traseras descargadas de peso y agarre. Si hacemos esto según llegamos a la curva, deberemos empezar a girar el volante, y si a esto le sumamos que atrás tenemos menos agarre, lo más probable es que las ruedas traseras se bloqueen y el coche derrape haciendo un trompo.
Pues bien, desde hace mucho tiempo, con esos tres pedales, se inventó el conocido "punta-tacón" que consiste básicamente en, a medida que vamos reduciendo marchas durante la frenada para una curva, pisar el pedal de freno con la punta del pie derecho e ir dando pequeños toques en el acelerador con el tacón del pie derecho. ¿Esto para qué? los coches de competición suelen ser de tracción trasera, por lo que si aceleramos un poco durante la frenada, obligaremos a que las ruedas no se queden bloqueadas y evitaremos así el trompo.
Aquí unos ejemplos del "punta-tacón"
Aquí otro ejemplo un poco más brusco:
Y otro más:
Estaréis pensando... muy bien suek, pero eso es frenar con el pie derecho, como todo el mundo!!! cierto es, desde luego, pero el mundo de la competición evolucionó... y llegaron las marchas automáticas, o secuenciales, así que el pedal del embrague pudo desaparecer... y sí, ya tenemos un pedal para cada pie.
Aquí los pedales de un BMW M5 de competición, como podéis ver en el reposa pies de la izquierda (si, eso no es pedal).
Pues bien, teniendo ya dos pedales, el piloto se podía centrar en acelerar con el pie derecho y frenar con el pie izquierdo, dando pequeños golpes ya con todo el pie derecho en el acelerador a medida que frenaba con el izquierdo.
A continuación, un vídeo de los Supercars V8, con cámara en sus pies y en el circuito para que podáis ir viendo el proceso:
Y el culmen de la competición, la fórmula 1... y de la mano de nada más y nada menos que Pedro de la Rosa, a bordo de su Arrows A21 en el Hungaroring en el año 2000. El audio está descuadrado, pero podemos ver los pies del piloto, algo poco usual en la F1:
Y por último, un intento de verlo en la telemetría... no tenemos ningún video con una telemetría más fiable, con un nivel de precisión mejor que el que os vamos a enseñar, ya que los derechos de imagen de la fórmula 1 están demasiado bien guardados, pero en 1993 había un principio de telemetría... y podéis ver (y oír) cómo Michael Schumacher jugaba con el gas durante la frenada. Siempre fue famoso por dejar el acelerador al menos un 10% del recorrido, durante toda la vuelta.
Así que ya sabéis, frenar con el pie izquierdo es sinónimo de competición, por lo que si probáis un coche automático, tened mucho cuidado, que estamos acostumbrados a pisar el embrague hasta el final de un modo muy brusco, y si hacemos eso con el freno, lo más probable es que demos un frenazo bastante peligroso. Se puede aprender, yo personalmente, con mucho cuidado y con un toyota Land Cruiser muy grande, que tenía un pedal de freno muy duro, conseguí hacerlo con normalidad tras dos semanas... pero en una frenada de emergencia no tengo la sensibilidad que tengo con el pie derecho, por lo que os aconsejo, desde el punto de vista de la seguridad, que lo de frenar con el pie izquiedo lo dejéis para los circuitos!!!
Un abrazo chicos, nos vemos clickeando!!!
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